La visita al supermercado: cómo comprar lo justo
La amplia oferta de productos que existe en los supermercados se nos vuelve en contra cuando estamos tratando de perder peso.
Una mujer va al supermercado con su hijo de cuatro años. Tiene que hacer la compra grande del mes. Es decir, tiene que llevarse las cosas que se consumen todos los días y que se gastan rápidamente. Pero, al llegar, pasa por la zona de bazar y ve unos repasadores divinos y van directo al carrito. Pasa por la góndola de dulces y su nene le pide la famosa golosina con forma de huevito (que viene con sorpresita) y ella se tienta con el nuevo chocolate blanco relleno de dulce de leche. Todo va directo al carrito. Y por qué no comprar un par de vinos y quesos para hacer una picadita el fin de semana… Y, así, sigue el paseo…
Todas habremos pasado alguna vez por esta situación. Ir a comprar algo y volver a casa con mucho más. A muchas personas esto puede no afectarles. Pero a quienes están buscando bajar de peso, esta casi infinita oferta se puede transformar en un fuerte obstáculo.
Esto de “ir metiendo cosas en el carrito” es tentador. Y peligroso.
Por eso, los especialistas en nutrición recomiendan, por ejemplo, no ir a comprar en horarios en los que se tiene hambre. Por ejemplo, antes de almorzar puede no ser el mejor momento para ir al súper.
Otra sugerencia, que no solo puede ayudar a quienes se están cuidando sino también a aquellos que quieren proteger su bolsillo, es armar una lista con lo estrictamente necesario y respetarla a la hora de ir eligiendo los productos.
En fin, lo importante es recordar que el supermercado, como un shopping, está estratégicamente organizado, decorado y pensado para que el público consuma casi sin pensar, automáticamente. Esto de “ir metiendo cosas en el carrito” es tentador. Y peligroso. Tratar de ser racional en el momento de decidir qué compramos puede ser una buena solución.